Introducción
Cuando se presentan conflictos entre dos o más personas, es importante buscar una solución para evitar un daño mayor. Las formas más comunes de resolver un conflicto son la autotutela, la autocomposición y la heterocomposición. En este artículo hablaremos de cada una de estas formas de resolución de conflictos y sus diferencias.
Autotutela
La autotutela es una forma de resolución de conflictos en la que la persona lesionada actúa por sus propios medios para obtener la reparación del daño. En resumen, es cuando alguien toma la justicia por su propia mano. Un ejemplo de autotutela sería la persona que, en lugar de recurrir a la policía o a los tribunales, decide agredir a otra persona que le ha causado algún daño.
Cabe destacar que la autotutela puede ser ilegalmente realizada, y puede llevar a sanciones legales en su contra. Por ello se recomienda no tomar decisiones en caliente y antes de tomar cualquier acción, consultar con un abogado de confianza y analizar las consecuencias que puede tener.
Autocomposición
La autocomposición es una forma de resolución de conflictos en la que las partes involucradas en el conflicto llegan a un acuerdo que pone fin a la disputa. En este caso, las partes pueden llegar a un acuerdo por sí mismas o con la ayuda de un mediador o árbitro.
Es importante mencionar que la autocomposición es una forma de resolución de conflictos mucho más rápida y económica que la heterocomposición. Sin embargo, para que la autocomposición funcione, ambas partes deben estar dispuestas a ceder y encontrar una solución justa para ambas partes.
Heterocomposición
La heterocomposición es una forma de resolución de conflictos en la que un tercero (como un juez, árbitro o mediador) toma una decisión vinculante para ambas partes. En este caso, las partes involucradas en el conflicto pierden el control de la decisión y se someten a la autoridad de un tercero.
La heterocomposición puede ser una buena opción cuando las partes no pueden llegar a un acuerdo mediante la autocomposición. Sin embargo, la heterocomposición suele ser más costosa y más lenta que la autocomposición, ya que requiere la intervención de un tercero y el proceso puede prolongarse durante meses o incluso años.
Conclusion
En resumen, la autotutela, la autocomposición y la heterocomposición son formas diferentes de resolver conflictos. La autotutela puede ser peligrosa y llevar a consecuencias legales, mientras que la autocomposición requiere que ambas partes estén dispuestas a ceder y encontrar una solución justa para ambas partes y la heterocomposición implica que un tercero tome la decisión final.
Es importante recordar que cada conflicto es único y, por lo tanto, requiere una solución única. Por este motivo, es esencial conocer las distintas opciones disponibles para elegir la mejor manera de resolver una disputa. En cualquier caso, siempre es recomendable contar con el asesoramiento de un abogado para asegurarnos de elegir la opción más adecuada para nuestro caso y evitar consecuencias negativas.