Introducción
Existen en el mercado bienes que no se consumen, es decir, aquellos productos que no se usan con la intención de ser agotados o desechados después de su uso. Estos bienes pueden ser de diferentes tipos y presentar distintas características de acuerdo a su uso y a la necesidad que satisfacen. En este artículo hablaremos sobre los bienes no consumibles, su definición, características y su importancia.
Bienes no consumibles: ¿Qué son?
Los bienes no consumibles o duraderos son aquellos productos que tienen una durabilidad mayor a un año y que su consumo no implica su eliminación o deterioro. Estos bienes son generalmente de un mayor valor, y su utilización se extiende en el tiempo.
Un ejemplo claro de bienes no consumibles son los electrodomésticos, como las lavadoras, neveras y vitrocerámicas, que cuentan con una vida útil superior a los 5 años. A diferencia de los productos perecederos o de consumo que podemos encontrar en un supermercado, que al consumirse, desaparecen del mercado, los bienes duraderos no se agotan, sino que mantienen su presencia en el mercado mientras sean útiles y valiosos para su cliente.
Tipos de bienes no consumibles
Dentro de los bienes no consumibles podemos encontrar distintos tipos, cada uno adaptado a una necesidad específica en el mercado y con características diferenciadoras. Algunos de los tipos más comunes son:
Bienes de Capital:
Los bienes de capital se refieren a los productos que se utilizan en el proceso de producción de otros bienes o servicios. Ejemplos de bienes de capital pueden ser las maquinarias industriales, el equipamiento médico o los vehículos de transporte. Su durabilidad es muy alta, ya que se diseñan para soportar un uso intensivo durante un gran periodo de tiempo.
Bienes de Conveniencia:
Los bienes de conveniencia son aquellos que se adquieren con frecuencia y que se encuentran en un amplio abanico de opciones en el mercado, cada uno adaptado a las necesidades y deseos de los consumidores. Un ejemplo claro de ellos son los teléfonos móviles o los televisores.
Bienes de Especialidad:
Los bienes de especialidad son aquellos que se enfocan en satisfacer una necesidad específica del consumidor. Estos productos se caracterizan por tener una base de clientes muy definida y una cantidad de opciones en el mercado limitada. Ejemplos de bienes de especialidad son los programas de software para diseño gráfico o las marcas de ropa deportiva.
Bienes de Lujo:
Los bienes de lujo son aquellos que se enfocan en satisfacer una necesidad de estatus o reconocimiento social. El valor de estos productos está en su exclusividad y marca, a menudo se caracterizan por ser caros y no estar al alcance de todos los bolsillos. Algunos ejemplos de bienes de lujo pueden ser las joyas, los automóviles de alta gama y los yates.
Importancia de los bienes duraderos
Los bienes no consumibles tienen una importancia clave en la economía moderna, y su consumo representa un gran porcentaje del PIB de la mayoría de los países. Esto se debe a que estos productos generan un flujo económico constante y se convierten en activos a largo plazo.
La durabilidad de los bienes no consumibles también tiene un impacto ambiental significativo, ya que estos productos generan menos basura que los bienes de consumo y reducen la cantidad de residuos en los vertederos. Los bienes no consumibles también pueden ser reparados por los fabricantes y vendidos de segunda mano, lo que les permite prolongar su vida útil y recuperar parte de su valor .
Conclusión
Los bienes no consumibles son productos que mantienen su presencia en el mercado mientras sean útiles y valiosos para su cliente. A diferencia de los bienes de consumo, estos productos no se agotan, sino que su duración se extiende en el tiempo. Es importante destacar que gracias a los bienes no consumibles se genera un flujo constante de recursos económicos y también se reduce el impacto ambiental en la generación de residuos.