Introducción
El concepto de delito imposible es uno de los más interesantes para el derecho penal, ya que se trata de un acto que, por su propia naturaleza, no puede ser considerado como delictivo. En este artículo, vamos a profundizar en qué consiste el delito imposible y por qué es importante entenderlo.
¿Qué es el delito imposible?
El delito imposible es aquel en el que el autor intenta cometer un delito, pero por razones ajenas a su voluntad, es imposible que el delito se concrete. Por ejemplo, si alguien intenta robar un objeto que ya ha sido sustraído previamente, no se puede considerar que haya cometido un delito de robo, ya que no hay bien jurídico que proteger.
La figura del delito imposible también se aplica en aquellos casos en los que, por falta de capacidad o por un error de tipo, el autor cree que está cometiendo un delito, pero en realidad no existe tal delito. Por ejemplo, si alguien intenta introducir drogas en un país en el que esa droga no está prohibida, no puede ser considerado como un delito.
¿Por qué es importante entender el delito imposible?
Comprender el delito imposible es importante para el sistema penal por varias razones. En primer lugar, porque permite evitar que se aplique la sanción penal a personas que no han cometido un delito. En segundo lugar, porque ayuda a diferenciar entre los casos en los que la persona ha actuado con dolo o con imprudencia, lo que puede influir en la gravedad y el tipo de sanción que se aplique.
Además, el delito imposible también puede ser utilizado como medida preventiva. Por ejemplo, si alguien intenta introducir un arma en un lugar en el que no está permitido, aunque esa acción no sea considerada delictiva, se puede actuar para evitar que dicha acción tenga éxito en el futuro.
¿Cuándo se considera que el delito es imposible?
Para que se considere que un delito es imposible, deben darse varias condiciones. En primer lugar, debe quedar claro que el bien jurídico que se pretendía proteger no ha sido afectado. En segundo lugar, el autor debe haber actuado con conocimiento o dolo, es decir, con la intención de cometer un delito.
En el caso de que el autor haya actuado con imprudencia, aunque el delito sea imposible, podría ser considerado como una falta o una infracción. En cualquier caso, siempre se exigirá que el delito haya sido intentado con la finalidad de cumplir con los elementos del tipo penal correspondiente.
Conclusion
El delito imposible es una figura que permite diferenciar entre aquellos casos en los que una acción no ha sido sancionada por no haber afectado a ningún bien jurídico y aquellos casos en los que el autor ha actuado con dolo o conocimiento, pero por razones ajenas a su voluntad, el delito no se ha podido llevar a cabo. Es importante entender esta categoría dentro del derecho penal para evitar la aplicación de sanciones a personas que no han actuado de forma ilegal y para medir la gravedad de los delitos en función de la intencionalidad del autor.