Introducción
En la sociedad actual, existen diferentes conceptos y términos que suelen utilizarse con frecuencia pero que no siempre resultan fáciles de comprender. Uno de ellos es el poder constituido, un término que se utiliza en el ámbito político y que guarda una estrecha relación con la organización y funcionamiento del Estado. En este artículo, profundizaremos en el concepto de poder constituido para ayudarte a entender qué es, en qué consiste y cómo se relaciona con otras acepciones importantes del mundo político.
¿Qué es el poder constituido?
El poder constituido es una noción importante en la teoría política porque hace referencia a la autoridad que se establece a través de la Constitución y otras leyes específicas de cada país, y que es ejercida por las diferentes instituciones políticas. En otras palabras, el poder constituido se refiere a todos aquellos poderes que se han establecido y organizado dentro de un sistema político y que se rigen por un conjunto de normas básicas, que en este caso serían la legislación que regula el funcionamiento del Estado.
El poder constituido abarca, sobre todo, a aquellos organismos e instituciones que forman parte de la estructura del Estado y que son responsables de la toma de decisiones y la gestión de los diferentes ámbitos de la sociedad. Así, este poder se ejerce a través de diferentes organismos y altas magistraturas del Estado, como el Poder Ejecutivo, el Legislativo y el Judicial.
¿Cuál es la relación entre poder constituido y poder constituyente?
Una de las cuestiones más importantes en torno al poder constituido es la distinción que se realiza con respecto al poder constituyente. Este último término hace referencia al poder que se ejerce de forma originaria y que va a estar encargado de redactar la constitución, es decir, crear las normas básicas que rige el ordenamiento jurídico-político. El poder constituyente es, por tanto, una forma de poder que se ejerce en situaciones de cambio y transformación política, y que se encarga de establecer un marco legal y político adecuado a los nuevos tiempos.
Por su parte, el poder constituido es el poder que se ejerce sobre la base de las normas ya establecidas y que se encargará de llevar a cabo las políticas públicas y decisiones enmarcadas en el orden jurídico-político ya establecido. Mientras que el poder constituyente es considerado irrepetible porque solo se produce en momentos muy puntuales de la historia de un país, el poder constituido es permanente y se ejerce constantemente.
¿Qué implicaciones tiene el poder constituido en la democracia?
El poder constituido tiene una estrecha relación con los sistemas democráticos, siendo uno de los principales garantes del correcto funcionamiento del Estado de derecho. En una democracia, el poder es ejercido por el pueblo a través del voto, de manera que son los ciudadanos quienes delegan su poder a los diferentes órganos institucionales que puedan representarlos.
En este sentido, el poder constituido se convierte en una herramienta imprescindible para que se pueda mantener un equilibrio en el poder del Estado, de manera que ningún grupo o individuo tenga demasiado poder y pueda actuar de forma arbitraria o tiránica. En palabras simples, el poder constituido ayuda a equilibrar las fuerzas que operan dentro del Estado y a garantizar la igualdad entre las diferentes fuerzas y partidos políticos que operan dentro de una democracia.
Conclusión
En definitiva, el poder constituido es una noción fundamental en la teoría política y en la organización y funcionamiento del Estado. Una buena comprensión de este concepto es clave para entender cómo se ejerce el poder en las diferentes democracias del mundo, y para comprender los mecanismos que operan detrás del funcionamiento de las instituciones políticas de nuestro país. En última instancia, el poder constituido ayuda a establecer un equilibrio en el poder del Estado que resulta imprescindible para garantizar el correcto funcionamiento de una verdadera democracia.